Clive Crook

Se busca: un abanderado republicano

A este paso, las elecciones presidenciales estadounidenses en 2012 serán una lucha titánica entre un presidente fracasado y un...

Por: Clive Crook | Publicado: Martes 26 de abril de 2011 a las 05:00 hrs.
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A este paso, las elecciones presidenciales estadounidenses en 2012 serán una lucha titánica entre un presidente fracasado y un retador inelegible. Con la elección a menos de dos años, Obama se puso en campaña la semana pasada, aparentemente hablando del presupuesto, pero en realidad sometiendo a prueba su mensaje anti-republicano. Los republicanos han sido más lentos, pero el retraso es comprensible. Tienen tantos candidatos débiles para elegir.



La sabiduría convencional dice que los presidentes en ejercicio son difíciles de vencer. Tienen ventajas. Pero los mandatarios, de hecho, pierden. Jimmy Carter perdió. El primer George Bush perdió. La tasa de aprobación de Obama aún no es desastrosamente baja, pero sus políticas son menos populares que él.

Ahora parece poco probable que haya un estímulo monetario adicional a menos que la recuperación entre en reversa. Un crecimiento sólo lento no moverá a la Fed a actuar. Las posibilidades para un republicano en 2012, por lo tanto, pueden ser de regulares a buenas. Todo lo que necesita el partido es un republicano fuerte.

Una encuesta de The New York Times y CBS pidió a los republicanos que mencionaran si estaban entusiasmados con algunos de sus probables candidatos presidenciales y, de ser así, cuál. Tal vez sospechando una pregunta con trampa, 56% se negó a nombrar a alguien.

Sarah Palin, despertando el en
tusiasmo de sólo 4%, parece estar fuera de favor. Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas, ahora un amable anfitrión de televisión por cable, encabezó la encuesta con sólo 9%. Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts, candidato presidencial en 2008 y favorito ex officio para la nominación 2012, ocupó el segundo lugar con 8%. Casi el mismo puntaje anotó Donald Trump -adicto a la atención, multimillonario declarado, fanfarrón en realities de TV y valiente negador de la calvicie masculina.

Huckabee podría optar por no correr. Supongamos -esperemos- que Trump sólo esté bromeando. ¿Qué tan fuerte sería Romney como candidato? Uno no quiere parecer demasiado negativo, pero tiene que ser un inconveniente que como gobernador de Massachusetts impulsara una variante cercana de la reforma sanitaria de Obama.

La respuesta de Romney es que está a favor de dejar que cada estado decida por sí mismo cómo hacer la reforma de salud. En realidad eso es positivo, pero no ayuda mucho políticamente. No puede atacar Obamacare tan agresivamente como el partido requiere, cuando dio a su estado casi el mismo sistema.

Hablar de debilidad, no quiere decir que los republicanos carezcan de candidatos que puedan ser buenos presidentes. Romney puede ser un buen presidente. La cuestión es elegibilidad. El partido debe elegir a un candidato y el país debe luego votar por esa persona. El problema de los republicanos es que el electorado del partido se ha alejado tanto del centro que un tipo de elegibilidad puede descartar otro.

Tim Pawlenty, el exitoso gobernador de Minnesota, es muy promocionado. Es un hombre impresionante y según los estándares comunes, un conservador firme -pero no suficientemente firme para el Tea Party. Tuvo que retirar su apoyo inicial a una ley de bonos de carbono. El enfatiza su religión (católico convertido en evangélico) y apuesta al conservadurismo social. Los fieles del partido no están convencidos. En la pregunta del entusiasmo, fue nombrado por 1%.

Mitch Daniels, gobernador de Indiana, también podría ser un buen presidente. Pero también se ve limitado a ojos de muchos activistas republicanos. ¿Cuántos republicanos declararon su entusiasmo por Daniels en esa encuesta reciente? Un 1%.

En las elecciones de noviembre, cuadros y clases republicanos dejaron ir el control del Senado rechazando candidatos fuertes y nominando a otros que sabían que podían perder. Lo hicieron con orgullo: tenían algo que decir. ¿Adoptarán el mismo enfoque en 2012 y entregarán con orgullo la victoria a Obama? Lo están pensando.

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